El sitio web al centro de la estrategia de marketing digital
Ponemos el sitio web al centro de la estrategia de marketing digital porque es la única propiedad de la cual la empresa es 100% dueña y en donde puede garantizar el control de la base de datos de prospectos. En los demás lugares en donde se hace marketing digital, en Google, en Facebook, en Twitter, en YouTube, en Yahoo!, etc. las bases de datos de prospectos y visitantes son propiedad de ellos y disponen de ellas de acuerdo a sus intereses.
Los buscadores y las redes sociales en donde se ejecutan estrategias de marketing digital son sitios de terceros en los cuales somos invitados o a lo mejor en donde nos permiten trabajar y nos permiten proponer la oferta a nuestros clientes a través de una membresía o a través de un pago, pero en donde las decisiones sobre la base de datos, las toman ellos y disponen de las bases de datos a su decisión.
Es decir, el único lugar en donde nosotros somos dueños del sistema, y en donde la base de datos que se capture es nuestra y bajo nuestro control, es el sitio web, por ello, todas las acciones de marca, todas las acciones de generación de demanda de captura de datos deben de llevar al visitante hacia el sitio web, es ahí en donde lo vamos a resolver y sobre todo es ahí en donde debemos de capturar sus datos.
En el Sitio Web se reciben los prospectos que avanzan por el embudo.
Para que el marketing digital pueda llenar un embudo de prospectos hay una metodología que trabaja en buscadores y en redes sociales. Desde los buscadores y las redes sociales, se trabaja para que los visitantes sean dirigidos al sitio web y sean llevados a lo que se llama un “aterrizaje”. El aterrizaje puede ser el sitio web o una Landing Page.
Sin embargo, no basta que los visitantes lleguen al sitio, sino que ya adentro del sitio, este haga su parte, que es lograr la conversión.
El sitio web debe de ser donde se resuelvan la mayor parte de las dudas que un prospecto pueda tener y además, donde se le comunique la diferenciación y la propuesta de valor de la empresa y sus productos. Es también el lugar en donde se debe apelar a las emociones que esa persona podría estar sintiendo cuando decide buscar alguien que le resuelva un problema. Si todo esto se hace bien, el sitio puede lograr la conversión.
El Sitio Web debe ser desarrollado con la estrategia en mente.
Luego entonces, si el sitio web está al centro de la estrategia, este debe de ser desarrollado por alguien que entienda toda la estrategia de marketing digital, de nada sirve un sitio web que esté desarrollado por un excelente programador, o un excelente diseñador si ellos no entienden todo lo que va a pasar antes y después de una visita, si no saben cómo funciona el algoritmo de Google, si no saben cómo se hace un funnel de conversión en un sitio, si no saben cómo miden las redes sociales las ligas que mandan a un sitio, todo eso debe ser entendido por quien desarrolla y diseña el sitio.
Además, el sitio debe ser multidispositivo, debe de poder verse en cualquier pantalla, esto también se llama responsivo, un sitio que se miniaturiza cuando se ve en una pantalla de un smartphone no funciona, no es un buen sitio y de hecho a ojos de Google es penalizado, los sitios deben de ser rápidos y ligeros porque se están consultando y se están sirviendo a través de una red celular, en donde los datos cuestan, entonces la gente no va a esperar mucho a un sitio que tarde mucho en cargar. Debe ser amigable a Google, para que Google lo entienda, lo indexe y lo pueda listar y rankear correctamente y además debe de ser muy fácil de actualizar y tener idealmente una sección de blog.
Si el Sitio Web funciona bien, la conversión se logra.
Si el sitio funciona bien, entonces, podemos estar tranquilos de que los visitantes que atraigamos a nuestro embudo de venta van a aterrizar en un lugar en donde los podemos convertir en prospectos e iniciar el proceso de calificación que eventualmente los convierta en clientes. Si el sitio no funciona bien entonces vamos a hacer campañas que atraen prospectos, los prospectos van a llegar al sitio, pero al llegar al sitio no van a aterrizar bien y finalmente van a acabar abandonando o yéndose.